Nos duele el mundo.
Nos urge un esfuerzo universal para alcanzar la paz. Desde la palabra
echo al aire una convocatoria especial: Salvando el planeta nos salvaremos a
nosotros mismos.
Nunca en la
historia la palabra PAZ ha significado tanto.
La contundencia de este reclamo nos mueve a
fomentar una especie de armonía desde nuestras pequeñas trincheras
personales. La paz tiene que comenzar
por nosotros mismos. Hay que desaprender para hacer espacio en nuestro proceder
y aprender modelos nuevos que nos conviertan en personas de paz. Desalojemos
sentimientos y actitudes que nos invitan a vivir cómoda y violentamente. La
xenofobia, homofobia, machismo, egoísmo, las ansias de poder, de acumular
riquezas materiales, el desapego familiar y muchas de esas actitudes nos aíslan
y nos convierten en seres centrados en un yo patético, solitario y violento.
No podemos
dar lo que no tenemos. Si no tenemos paz
personal, no podremos fabricarnos una nueva especie de ser humano que resuma
paz. Y que como virus benigno y salvador se contagie a nuestra familia, de ahí
a nuestro vecindario, luego a nuestro pueblo, a nuestra región. Y así, así, de a poquito, contagie al mundo.
Eso anhelo.
Para eso trabajo desde mi ser interior.
Y a eso los invito desde este armonioso espacio de Sellos de Ficción.
Desde la paz
y desde Puerto Rico
Tina Casanova
Escritora
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