Mari Ángeles Hernández, LEGANÉS
En la Antigua Roma el trabajo de traer niños al mundo lo
llevaban a cabo las parteras. Los
médicos excepcionalmente acudían a los alumbramientos, solo cuando la vida
del bebé o de la madre corrían peligro y siempre y cuando las parteras les
llamasen.
Fue Sorano de Éfeso, médico del siglo II dC que ejerció
en Alejandría y Roma quien escribió el primer tratado de ginecología
("Libro de las enfermedades de las mujeres" - Gynaikeia)
Nos cuenta en su tratado que el principal instrumento de
las comadronas era la silla de parir, con respaldo, brazos y un asiento con un
entrante en forma de media luna, por donde pasaba el niño. Entre el asiento y el suelo había tableros a los dos lados,
pero no delante ni detrás, para que la comadrona se manejara. La parturienta se sentaba en la silla que
había traído la comadrona al comienzo de la fase de "expulsión", la
dilatación se hacía en cama. Si la
familia era muy pobre se utilizaba un "asiento humano" hecho por una
persona fuerte, en cuyo regazo se acomoda a la parturienta.
Sabía que tengo un amigo ARTISTA y detallista,pero hoy me has sorprendido una vez con tus manos y tu corazón.
ResponderEliminarGracias por los sellos dedicados a nuestra familia.Están llenos de detalles que llenan el alma.Mil gracias ,una vez más por querernos.Siéntete correspondido.
Mari Ángeles desde Leganés
Precioso
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